¿Sigues olvidada?



Fue la primera fotografía que subí a internet, llene con ella mi vacía cuenta en Flickr y me sentí orgulloso de ello. No es que sea una obra especialmente buena, pero no se me ha ocurrido una manera mejor de estrenar este rincón que rindiéndole mi particular homenaje a esta estatua, la cual, habitualmente triste, había visto como le arruinaban un poco mas su existencia quitándole el agua del estanque donde pasaba los días.