Many surprises await you



El tiempo de esperar se me termina, esta semana tendré el examen que me abre o me cierra la posibilidad de estudiar fotografía artística. No lo voy a negar, se que me podría haber preparado mucho mejor de lo que lo he hecho, pero espero que sea suficiente y que este mismo año pueda estar cumpliendo lo que tanto me ha costado averiguar que me faltaba. Un objetivo.

Y si no, siempre tengo un plan B.

Madrid, no me mires así.



Vi llover la mayor parte del día, calentándome las manos con un café caliente en una ciudad que no era la mía. Rodeado de gente que no había visto jamás, dejé pasar las horas hasta que el clima me permitió salir a la calle y ver como recuperaba el color mientras la gente se atrevía a volver a caminar sin paraguas.
Crucé la avenida y mire al cielo frente a una zona ajardinada, al bajar de nuevo la mirada los vi, y como contagiandome de su cariño, allí de pie, sin batería en el teléfono y sin poder volver a casa... me enamoré de Madrid.

Blanco sobre gris





Pocas veces tengo la oportunidad de ver la nieve sobre Barcelona, una ciudad que para nada está preparada para estos eventos. El transporte se suele colapsar y volvemos atrás en el tiempo, como un pueblo perdido en medio de ninguna parte.
Desde mi ventana tengo esta visión, la de un lugar que no reconozco, bañado de blanco sobre el sobrio gris asfalto que se ahoga, perdiendo su habitual protagonismo.

¿Sigues olvidada?



Fue la primera fotografía que subí a internet, llene con ella mi vacía cuenta en Flickr y me sentí orgulloso de ello. No es que sea una obra especialmente buena, pero no se me ha ocurrido una manera mejor de estrenar este rincón que rindiéndole mi particular homenaje a esta estatua, la cual, habitualmente triste, había visto como le arruinaban un poco mas su existencia quitándole el agua del estanque donde pasaba los días.